Tres años, han pasado tres años en los que no he hablado con él y tampoco quiero hacerlo, menos ahora que es el artista con mayor proyección internacional, Chila se ha convertido en su fan número uno. A mi familia se le olvidó lo mucho que me hizo sufrir… Y para rematar mi mamá lo tiene en un altar porque salvó mi vida.
—¡Oh, Catalina! —¡Erdaaaa! Es que no me dejan reposar el mote de queso. Con mi cara de cocodrilo llegué a la sala de la casa, todos estaban con cara de pudin recién hecho.
—¡Ajá!
—Escucha esta entrevista —dijo la señora Samanta, al mirar la televisión espepité mis ojos al ver a Dylan, lo primero que vi fue que tiene puesto el reloj que le regalé de navidad hace ya varios años, también tiene puesta la cadena que le devolví el día que dejó de ser mi héroe. Los miré a todos.
—Escúchalo —dijo Betty, puse mi cara de mujer rolúa, aunque tuviera mis piernas blandengues.  Mi abuelo le subió el volumen, estábamos en la nueva casa de Montería.
—Dylan Miller Gaitán, ¡eres una celebridad!, en tan poco tiempo has conseguido lo que a muchos les cuesta muchos años.
—Eso parece —mi gallito sí que está lindo.
—¿Podemos saber la causa de ese gran éxito?
—Se lo debo al amor de mi vida —Ñerdaaaa, todos me miraron, creo que se me prendió la cara, la siento al rojo vivo.
—Entonces eres un hombre enamorado, sabemos que eres muy reservado en tu vida personal. ¿Desde hace mucho tu corazón está ocupado? —no quería escuchar, sentí un zumbido de mosquito en mis oídos.
—Desde que tengo 10 años solo he amado a una mujer —miró directo a la cámara—. No entendiste cuando te dije que “Solo tú” me importas, ahora me toca recordarte que “Solo yo” estaré en tú vida para asegurarme de poder disfrutar un “Solo nosotros” viviéremos una vida juntos. Esto es para ti Bodoque —a mi me dieron todas las enfermedades de un sopetón, de la nada sentí que me dio el patatús, el soponcio, el veri veri, el yeyo, todas esas vainas se me juntaron para dejarme sin respiración.