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Hay momentos en la vida en donde pierdes criterio de tus ideales y valores, por muy maquiavélico que parezca olvidas el futuro que habías imaginado con esa persona importante en tu vida. Creo que todo ser humano tiene un pasado que lamentar, momentos para levantar y otros para olvidar. En mi caso por caer en la monotonía creí que no te amaba y por esa mentira creada en mi subconsciente te perdí. No tengo a quien culpar más que a mi mismo y por más que en silencio mi alma le grita a la tuya lo mucho que me arrepiento, es evidente que tu lejanía solo me confirma que no te importo o, por el contrario, no me has olvidado y prefieres poner kilómetros entre nosotros y vivir caminos separados.
Espero y anhelo poder tener la oportunidad de pedirte perdón algún día, deseo que hayas alcanzado la felicidad, esa que yo perdí y solo con los meses me di cuenta. Es muy duro ser el culpable de tu desdicha, solo espero que donde quieras que te encuentres Belleza… Me perdones.
 
—César, Fernanda… díganme que esto es una broma —tanto ella como yo estábamos congelados, mientras la gente a nuestro alrededor continuaba como si nada, solo nuestros amigos podrían comprender lo que era evidente que pasaba entre los dos. Mi corazón quiere salirse del pecho para correr a su lado. Sigue siendo la mujer más bella de la existencia. Su cabello claro, me gustó tanto que no se lo pintara, me encanta ver los matices que arroja cuando el sol la ilumina, los hace ver como hilos de oro y esos ojos azules como el mediterráneo. Sigue siendo una reina de belleza, los años no le han pasado factura, lo único diferente que le veo es el cabello, ahora lo luce corto para mi gusto, lo tiene en los hombros.
—Alejandro… —la voz de mi mejor amigo me trajo de regreso, mi corazón seguía a millón. Vi como un hombre alto se le acercó sonriendo y le dio un beso en la mejilla. ¡Esto no me puede estar pasando…! Pero ¿quién soy yo para exigirle?, la dejé por otra, yo la abandoné y a los meses me casé con otra. Aun así, no se sintió nada bien ver como otro tomaba de la mano lo que unos años atrás era solo mío.

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